Sí lo se, de hoy no podía pasar, tengo que colgar las fotos de la regata a Berlengas de este fin de emana… también se que se me ha adelantado el Bolha… pero es que no consigo reunir el tiempo necesario para hacerles un buen reportaje, así que lo haré por fases. Al final reuniré todas las fotos y las colgaré en picasa.
Todo comenzó el viernes a las cuatro de la tarde cuando recogimos a Marisa, tripulación del Maratón (se acuerdan? el maravilloso ketch clásico de Christian), en el Hotel Bahía de Vigo y nos pusimos rumbo a Nazaré. Íbamos temprano porque temíamos que tuviésemos problemas en Porto con la huelga de camiones, pero la verdad es que pasamos sin ningún problema.
Un par de horas más tarde el Capitán Veiga nos entregaba en Aveiro las llaves del NVV Veronique, y sobre las 8 de la tarde nos encontrábamos en Nazaré con nuestros queridos amigos del Marathon, Christian y Ana, y otro tripulante más, Candi.
De Nazaré me llamó la atención, además de su fantástica playa y barrio elevado, la forma de vestir de las señoras de allí y como nos asaltaron por la calle para ofrecernos el alquiler de habitaciones. Las paisanas iban perfectamente uniformadas con un delantal bajo, chal de lana y pañuelo en la cabeza.
Todo comenzó el viernes a las cuatro de la tarde cuando recogimos a Marisa, tripulación del Maratón (se acuerdan? el maravilloso ketch clásico de Christian), en el Hotel Bahía de Vigo y nos pusimos rumbo a Nazaré. Íbamos temprano porque temíamos que tuviésemos problemas en Porto con la huelga de camiones, pero la verdad es que pasamos sin ningún problema.
Un par de horas más tarde el Capitán Veiga nos entregaba en Aveiro las llaves del NVV Veronique, y sobre las 8 de la tarde nos encontrábamos en Nazaré con nuestros queridos amigos del Marathon, Christian y Ana, y otro tripulante más, Candi.
De Nazaré me llamó la atención, además de su fantástica playa y barrio elevado, la forma de vestir de las señoras de allí y como nos asaltaron por la calle para ofrecernos el alquiler de habitaciones. Las paisanas iban perfectamente uniformadas con un delantal bajo, chal de lana y pañuelo en la cabeza.
La idea era dejar el coche en Nazaré para tenerlo el domingo a la vuelta de la regata que finalizaba allí y podernos volver para Vigo. Así que cogimos el autobús hasta Peniche.
Cuando llegamos tuvimos una agradable cena a bordo del Marathon junto a nuestros amigos, y tras un lingotazo de Amaretto (chupito tamaño Christian…) que nos dejó fuera de juego, nos fuimos al Veronique a pasar la noche.
9 comentarios:
Ah, o marketing Nazareno!...
Belas fotografias, ámiga atlântica.
Curiosa la vestimenta de las mujeres y hasta con su cartelito ofreciendo alojamiento en varios idiomas. Hay que buscarse la vida!!!
Un abrazo y no nos dejes sin entradas tanto tiempo, te echamos de menos.
Pues sí que te pusiste a ello, como prometiste. Ahora sólo te queda contar la travesía... Je!Je!
Por lo que pude leer de la crónica de vuestro amigo portugués fue movidita, pero seguro que tú lo cuentas en cristiano y nos enteramos mejor.
Bicos ;-)
Amiga atlântica: dedico-te uma entrada no blog Sesimbra, pelo teu desejo de ver fotos mais bonitas da barca "Nossa Fé".
Mais fotos da reparação da barquinha aqui →.
Curiosamente, cuando llegué a la playa de Nazaré me acordé de Sesimbra, el entorno, el paisajeme recordó a las fotos de su blog, estimado Aldeia.
Abraço
Curiosísima José Antonio, además es que todas las señoras vestían igual, era como asomarse a una ventana y poder volver al siglo pasado.
Siento la ausencia, he tenido muchisimo trabajo, pero ahora espero estar más disponible. Gracias por echarme en falta :-)
Un fuerte abrazo
Pues nada Banderas, esta noche colgaré la crónica del domingo!!!, la regata a Berlenga, la sardinada en la Isla y el regreso a Nararé, que como había tantísimo mar (viento de 30 nudos en contra y olas de 4 metros)yo preferí volverme a Peniche en el Cabo Avelar Pessoa y subir a Nazaré en autobús...
La verdad es que había muchísimo mar, los propios portugueses lo reconocían, y eso que ellos están aconstumbrados...
Yo con los años me estoy volviendo cada vez más precavida...
Por cierto, nuestro barco también está en Bouzas, igual conocemos a tus amigos.
Saludos
Otro inolvidable viaje a Portugal, y otro reencuentro con amigos entrañables, todos unidos por el amor al mar y la navegación a vela.
Y la primera noche a bordo de un barco hermoso y noble, el Veronique, donde también pude dormir como un principe (aunque, a diferencia de la princesa del cuento, no encontré ningún guisante bajo las colchonetas).
Yo guisantes tampoco encontré, Haddock, sólo una linterna y algún que otro kleanex, pero ya hablaré con el Capitán Veiga para que la próxima vez te ponga alguno debajo del colchón :-))))
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