Hace unos 10 días uno de los lectores del blog dejaba un comentario en el que nos contaba que había pasado unos días en la Ría de Vigo, donde hacía 24 años que no venía, y se había llevado una gran decepción. Entre otras cosas lamentaba la contaminación de las aguas de la Ría.
Y es curioso como unos días más tarde, un gran amigo de este blog me envía esta noticia publicada el pasado domingo en La Vanguardia. Acababa de volver de Cíes, donde había pasado el fin de semana a bordo del Alefriz, muy indignada al ver el mal estado en el que se encontraba la playa de la isla sur. Estaba repleta de basura: plásticos de todas clases, latas de refrescos, botellas de cristal, gaviotas muertas, palos…
Ya se que los culpables son los que echan todo eso el agua pensando que desaparece, pero creo que, al igual que se hace en las islas central y norte, podría limpiarse la playa. Bien es cierto que a la isla sur no llegan los barcos de pasajeros y sólo se puede llegar en barco privado, pero creo que tenemos el mismo derecho a encontrarnos la playa limpia que los visitantes que llegan a las otras islas en barcos de pasaje.
Y es curioso como unos días más tarde, un gran amigo de este blog me envía esta noticia publicada el pasado domingo en La Vanguardia. Acababa de volver de Cíes, donde había pasado el fin de semana a bordo del Alefriz, muy indignada al ver el mal estado en el que se encontraba la playa de la isla sur. Estaba repleta de basura: plásticos de todas clases, latas de refrescos, botellas de cristal, gaviotas muertas, palos…
Ya se que los culpables son los que echan todo eso el agua pensando que desaparece, pero creo que, al igual que se hace en las islas central y norte, podría limpiarse la playa. Bien es cierto que a la isla sur no llegan los barcos de pasajeros y sólo se puede llegar en barco privado, pero creo que tenemos el mismo derecho a encontrarnos la playa limpia que los visitantes que llegan a las otras islas en barcos de pasaje.
Alarma medioambiental en las rías gallegas
ANXO LUGILDE
Santiago de Compostela
Un espectacular paseo marítimo circunda el fondo de la ría de O Burgo, en las afueras de A Coruña. Desde lejos, la amplia senda peatonal, iluminada por la noche, anima a caminar por ella. De cerca y sobre todo con marea baja, el hedor se hace insoportable en el punto en el que desemboca una cloaca del Ayuntamiento de Culleredo. En ese lugar se desnudan las contradicciones de los últimos lustros de desarrollo de las grandes ciudades gallegas, en los que ha primado más el ornamento que el cuidado del gran patrimonio natural de las rías. En las deA Coruña y Ferrol las autoridades han limitado el marisqueo por la contaminación y sobre la de Vigo pende la amenaza de una multa de la Comisión Europea. El Gobierno central y la Xunta acometen un plan de construcción de depuradoras que, con una inversión de 481 millones de euros, debería garantizar el saneamiento de las aguas en el 2011.
En su último informe Destrucción a toda costa, Greenpeace reclama “abrir un serio debate sobre los problemas de contaminación presentes en las rías gallegas, probablemente los más graves de toda la Península”. La organización ecologista señala como causas el desarrollo industrial y “los vertidos procedentes de la escasa o nula depuración de las aguas residuales”. “La principal fuente de contaminación es la urbana”, afirma Xosé Antón Álvarez Salgado, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Desde 1960 la población deGalicia apenas ha crecido, pues ha pasado de 2,6 millones de habitantes a 2,8, pero ha habido un acusado desplazamiento hacia la costa. Por ejemplo, Culleredo, el municipio del paseo marítimo sobre la cloaca, ha pasado de 8.000 a 26.000 vecinos; el área metropolitana de A Coruña, de 215.000 a 352.000, y Vigo, de 197.000 a 372.000. El fuerte crecimiento de la contaminación urbana ha
coincidido con un acusado descenso en el ritmo de renovación de las aguas, especialmente en las Rías Baixas, que los científicos atribuyen al cambio climático,
por la disminución de la fuerza de los vientos en toda la fachada atlántica. “Hace 40 años el agua de la ría de Vigo se renovaba en unos cuatro días. Hoy tarda ocho”, apunta Álvarez Salgado.
Desde finales de los noventa, Vigo cuenta con la estación depuradora de Lagares, que en seguida se reveló insuficiente, tanto porque no efectúa un tratamiento terciario de las aguas, que es al que obliga la actual normativa europea, como por falta de capacidad. Greenpeace denuncia que fue diseñada para recibir 1.100 litros por seg undo pero tiene que hacer frente a 1.900. Este mes, con motivo de unas fuertes lluvias, se produjo un vertido a la ría al desbordarse la depuradora.
Así, hay puntos del interior de la ría de Vigo donde se detecta una elevada contaminación. Esta situación llevó a la Unión Europea a iniciar los trámites para sancionar a España con 20 millones de euros. Sin embargo, la Xunta y el Gobierno lograron evitarlo bajo el compromiso de que en el 2011 esté operativa la nueva depuradora. Sin embargo, el proyecto está atascado en el complicado magma de la política y los movimientos sociales vigueses.
A pesar del cambio de los vientos, con su amplia boca la ría de Vigo goza de una frecuente renovación, lo que no ocurre en la de Ferrol, cuya estrecha entrada provocó que fuese elegida en el siglo XVIII como la gran base naval española. Algunos de sus más productivos bancos de almejas están catalogados como zonas C, donde no está permitido el marisqueo para el consumo humano sin depurar. Y se suceden los casos de furtivismo, como el reciente escándalo de las vieiras, que llevó al calabazo a la reconocida cocinera Toñi Vicente. Aunque el caso de las vieiras no se debe a la contaminación, sino a la presencia de la toxina amnésica, ha servido para volver a llamar la atención sobre el mal estado de las rías. Sin embargo, el consejero de Medio Ambiente de la Xunta, el socialista Pachi Vázquez, asegura que “las cosas van cada año a mejor. Todas las depuradoras de las rías están en construcción o licitadas, a excepción de la de Vigo. Hacerlas lleva su tiempo, pero es que antes no se hacía nada”.
Durante los gobiernos de Manuel Fraga, los planes de saneamiento de las rías sufrieron sucesivos retrasos; ahora ya no hay margen para nuevas demoras.
Santiago de Compostela
Un espectacular paseo marítimo circunda el fondo de la ría de O Burgo, en las afueras de A Coruña. Desde lejos, la amplia senda peatonal, iluminada por la noche, anima a caminar por ella. De cerca y sobre todo con marea baja, el hedor se hace insoportable en el punto en el que desemboca una cloaca del Ayuntamiento de Culleredo. En ese lugar se desnudan las contradicciones de los últimos lustros de desarrollo de las grandes ciudades gallegas, en los que ha primado más el ornamento que el cuidado del gran patrimonio natural de las rías. En las deA Coruña y Ferrol las autoridades han limitado el marisqueo por la contaminación y sobre la de Vigo pende la amenaza de una multa de la Comisión Europea. El Gobierno central y la Xunta acometen un plan de construcción de depuradoras que, con una inversión de 481 millones de euros, debería garantizar el saneamiento de las aguas en el 2011.
En su último informe Destrucción a toda costa, Greenpeace reclama “abrir un serio debate sobre los problemas de contaminación presentes en las rías gallegas, probablemente los más graves de toda la Península”. La organización ecologista señala como causas el desarrollo industrial y “los vertidos procedentes de la escasa o nula depuración de las aguas residuales”. “La principal fuente de contaminación es la urbana”, afirma Xosé Antón Álvarez Salgado, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Desde 1960 la población deGalicia apenas ha crecido, pues ha pasado de 2,6 millones de habitantes a 2,8, pero ha habido un acusado desplazamiento hacia la costa. Por ejemplo, Culleredo, el municipio del paseo marítimo sobre la cloaca, ha pasado de 8.000 a 26.000 vecinos; el área metropolitana de A Coruña, de 215.000 a 352.000, y Vigo, de 197.000 a 372.000. El fuerte crecimiento de la contaminación urbana ha
coincidido con un acusado descenso en el ritmo de renovación de las aguas, especialmente en las Rías Baixas, que los científicos atribuyen al cambio climático,
por la disminución de la fuerza de los vientos en toda la fachada atlántica. “Hace 40 años el agua de la ría de Vigo se renovaba en unos cuatro días. Hoy tarda ocho”, apunta Álvarez Salgado.
Desde finales de los noventa, Vigo cuenta con la estación depuradora de Lagares, que en seguida se reveló insuficiente, tanto porque no efectúa un tratamiento terciario de las aguas, que es al que obliga la actual normativa europea, como por falta de capacidad. Greenpeace denuncia que fue diseñada para recibir 1.100 litros por seg undo pero tiene que hacer frente a 1.900. Este mes, con motivo de unas fuertes lluvias, se produjo un vertido a la ría al desbordarse la depuradora.
Así, hay puntos del interior de la ría de Vigo donde se detecta una elevada contaminación. Esta situación llevó a la Unión Europea a iniciar los trámites para sancionar a España con 20 millones de euros. Sin embargo, la Xunta y el Gobierno lograron evitarlo bajo el compromiso de que en el 2011 esté operativa la nueva depuradora. Sin embargo, el proyecto está atascado en el complicado magma de la política y los movimientos sociales vigueses.
A pesar del cambio de los vientos, con su amplia boca la ría de Vigo goza de una frecuente renovación, lo que no ocurre en la de Ferrol, cuya estrecha entrada provocó que fuese elegida en el siglo XVIII como la gran base naval española. Algunos de sus más productivos bancos de almejas están catalogados como zonas C, donde no está permitido el marisqueo para el consumo humano sin depurar. Y se suceden los casos de furtivismo, como el reciente escándalo de las vieiras, que llevó al calabazo a la reconocida cocinera Toñi Vicente. Aunque el caso de las vieiras no se debe a la contaminación, sino a la presencia de la toxina amnésica, ha servido para volver a llamar la atención sobre el mal estado de las rías. Sin embargo, el consejero de Medio Ambiente de la Xunta, el socialista Pachi Vázquez, asegura que “las cosas van cada año a mejor. Todas las depuradoras de las rías están en construcción o licitadas, a excepción de la de Vigo. Hacerlas lleva su tiempo, pero es que antes no se hacía nada”.
Durante los gobiernos de Manuel Fraga, los planes de saneamiento de las rías sufrieron sucesivos retrasos; ahora ya no hay margen para nuevas demoras.
8 comentarios:
Si, me ha impactado. Puedo entender de alguna manera que alguien pierda una bolsa de plástico y que el viento la empuje al mar, vale. Pero es incomprensible que paseando por la orilla del mar (no digo buceando) a diario estemos sacando sacos de plástico, bolsas plásticas de todos los tamaños y colores, botes de pintura, pinceles, latas de conservas, botellas de vidrio, envases de brick...¡A diario! Porque si un día la playa queda limpia, ¿Como al día siguiente volvemos a estar igual? Yo no se quien tiene competencias en estos temas, el caso es que los servicios de limpiaplayas que he visto este verano se limitan a la arena.
En el caso de la isla sur de Cíes hay que reflexionar más si cabe. Si la única forma de llegar es en barco privado, el tema es otro y más grave. A la gente de mar hay que exigirle mucho más respeto ¿no?
Saludos,
Gracias por su reflexión Alava66, igual habría que concienciar a la gente que el mar no se traga la basura y desaparece, sino que siempre la termina devolviendo a la costa. No se imagina como está de basura algunas zonas de la costa de Burela, o de la costa lucense, por poner ejemplos, llenas de basura y plásticos entre sus rocas.
Muchas de las personas que ensucian, efectivamente son gentes de mar, no hay más que ver los cientos de bolsas que todos los días "caen" al mar desde el Berbés...
Respecto a la Isla Sur... habría que ver la procedencia de esa basura, porque lo que está claro es que la marea la deja sobre la arena, lo que no sabemos es de dónde viene, y yo no he visto que sean los barcos de recreo que fondeamos allí, nunca vi a ningún barco tirar basura al agua estando allí.
Un saludo
Creo que en un alto porcentaje la gente de mar es consciente de todo esto, aunque no está de más incidir y recordarlo en concentraciones y fiestas. Lo de Cíes no entiendo muy bien que tipo de corrientes depositan basura en la isla sur, y ya que estamos con las islas de los dioses, ¿Cómo se permite esa cantidad de gente diaria?. Es que mi visita a la costa gallega este verano me ha dejado impresionado. La única alegría que me he llevado es ver el trabajo del voluntariado en el tema del Prestige, fantástico. Fíjese que recuerdo en mi anterior visita, zonas de rocas alquitranadas por el Polycommander, que debió de suceder hacia 1970. Pues eso, 14 años después aun había restos visibles. Lo del Prestige ha sido un trabajo increible. Saludos
Bueno, me alegra saber que por lo menos lo del Prestige le ha sorprendido gratamente. Fue una labor del pueblo al ver la incopentencia de los políticos para buscar soluciones, el mérito es de todos.
De todas maneras, afortunadamente, aquí a la Ría entró muy poco chapapote, ya que casi todo fue parado por las Cíes que hicieron de tapón.
Pero si que es cierto que el trabajo de recuperación fue extraordinario.
Lo de la gente en las Cíes... la verdad es que si que van muchas personas (no se cuantos barcos salen cargados en verano desde Vigo y Baiona, pero un montón), y barcos particulares también van unos cuantos, pero sólo en Julio y Agosto, en septiembre y junio o mayo se ven algunos, pero pocos... y en invierno nada...
Agún fin de semana muy bueno de Julio o Agosto sí que me han negado el permiso de fondeo alguna vez por haberse llenado el cupo permitido, pero normalmente no suele haber problemas. La cuestión es repartirse el espacio y no fondear todos unos encima de otros en la misma zona.
Nosotros por nuestra parte preferimos alejarnos un poco de los barcos para tener algo de intimidad. Pero en caso de ir con amigos y niños preferimos abarloarnos por comodidad de los más pequeños, claro.
Un saludo,
Mar
Cada vez somos más personas en este mundo, y los recursos se están limitando.
Debemos tomar conciencia TODOS, y educar con el ejemplo, por un medio ambiente límpio y saludable.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo contigo, José Antonio, es cuestión de aportar cada uno nuestro granito de arena reciclando la basura, ahorrando agua, gasóleo, electricidad... parece que no hacemos nada, pero todos juntos ayudamos considerablemente a sostener el medio ambiente.
Un abrazo atlántico
Este artículo es para recortar y guardar. Espléndido. Me quito el sombrero.
y suscribo totalmente la valoración
Chao.
Suso.
Ahora en Vigo estamos bastante preocupados con el tema de la depuradora... la que hay ahora apenas depura nada, es demasiado pequeña, muy mala previsión!!! y está constantemente vertiendo mierda a Samil, una de la principales playas de Vigo...
Afortunadamente, la Unión Europea está presionando muy duranmente para que se solucione esta desidia de los políticos municipales.
Apertas
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