He pasado un maravilloso fin de semana en las Cíes… me vuelvo con los ojos llenos de azul, de faros, de gaviotas, de flores, de arena blanca, de aguas cristalinas…
Si las Cíes son bonitas en verano no se imaginan lo hermosas que son en primavera. Hay flores por todas partes salpicadas entre el verde intenso de la vegetación y el amarillo de los líquenes que tapizan las grises rocas.
Si las Cíes son bonitas en verano no se imaginan lo hermosas que son en primavera. Hay flores por todas partes salpicadas entre el verde intenso de la vegetación y el amarillo de los líquenes que tapizan las grises rocas.
Además, he notado que en esta época del año un fresco olor acompaña sus senderos… combinación de aromas de resina, eucalipto, laurel, pino y flores… realmente delicioso.
Les he traído un puñado de bonitas imágenes para que vean el TESORO de nuestra Ría, mientras les cuento la escapadita, y se animen a visitarla.
Todo comenzó el sábado por la mañana cuando, junto al Capitán Haddock, salimos del Muelle de Bouzas con el ALEFRIZ rumbo a las Islas Cíes.
El día estaba estupendo, brisita, solito y alguna que otra nubecilla, pero agradable, así que sacamos todo el trapo y ceñimos hacía la Isla Norte.
Les he traído un puñado de bonitas imágenes para que vean el TESORO de nuestra Ría, mientras les cuento la escapadita, y se animen a visitarla.
Todo comenzó el sábado por la mañana cuando, junto al Capitán Haddock, salimos del Muelle de Bouzas con el ALEFRIZ rumbo a las Islas Cíes.
El día estaba estupendo, brisita, solito y alguna que otra nubecilla, pero agradable, así que sacamos todo el trapo y ceñimos hacía la Isla Norte.
Luego a mitad de camino el viento paró, así que no nos quedó más remedio que arriar las velas y continuar a motor :-( pero el solito era muy agradable, y el mar estaba como un plato.
Así llegamos hasta la Playa de Rodas en la Isla del Medio donde fondeamos.
Para aquellos que no conozcan las Islas, les cuento que son tres; la Isla Sur o de San Martiño, la Isla del Medio o del Faro y la Isla Norte o de Monteagudo. Bien, pues la Isla del Medio y la Norte están unidas por la Playa de Rodas. Lo pueden ver mejor en el post Las Islas Cíes donde puse una foto de las tres islas con sus nombres
Lo primero que hizo el Capitán fue darle a las gaviotas todo el arsenal de magdalenas, sobaos y galletas caducadas que teníamos en el barco del año pasado, así que se pueden imaginar lo acompañados que estuvimos el resto del día…
Luego comimos y después de tomar un poco el sol y darnos un bañito bajamos a tierra con la idea de hacer una rutilla.
La bajada a tierra hay que hacerla en un pequeño muelle que hay en el extremo norte de la Playa de Rodas (para que deja a sus pasajeros el barco que viene de Vigo) donde se puede dejar amarrado el chinchorro. Y aunque ahora aparece despejado, ya ven que había muy pocos barcos fondeados, en verano (y especialmente de noche…) a veces hay tantos que se le hace a uno difícil encontrar el suyo.
La Playa de Rodas es una auténtica maravilla!!! Hay quienes dicen que es la mejor del mundo. Bueno, yo no diría tanto porque no conozco tantas playas en el mundo como para poder dar una buena opinión, pero si conozco las de la Ría y les puedo asegurar que esta es la mejor de todas. El agua es cristalina y limpia (fría…), y su arena es blanca y finísima. Además, es muy amplia lo que facilita la tranquilidad… factor que, personalmente, es imprescindible para poder disfrutar de una playa.
Bueno, pues una vez en tierra nos decidimos por la ruta al Faro de las Cíes de 3,5 km (3 horas ida y vuelta), el punto más alto de la Isla del Medio con 175 metros de altura.
Lo primero que nos encontramos es con el Lago, una pequeña laguna de agua salada detrás de la Playa de Rodas que se cierra con un pequeño puente que permite pasar a la Isla del Medio (además de por la playa, claro).
Luego está el Camping, que ese día tenía bastante gente porque el Concello había organizado una visita astronómica gratis a la Isla para ver las estrellas…
Pasado el camping hay una antigua casa de piedra convertida en Centro de Visitantes, donde se explican las características de las islas, así como las principales especies que las habitan.
Cuando comenzamos a ascender hacía Monte Faro en una subida zigzagueante podemos ver abajo el pequeño Faro da Porta, así como unas bonitas vistas de la Isla Sur o de San Martiño.
Ya en la cumbre nos encontramos con el Faro das Cíes, así como unas impresionantes panorámicas.
Al norte los acantilados de O Ruzo y la Punta do Cabalo (extremo norte de las islas) con los picos de Monte Agudo (182 metros) y el Alto das Cíes (197 metros). Al fondo se distingue la Isla de Ons y el resto de la Rías Bajas.
Al frente el Atlántico…con este maravilloso atardecer del sábado con el que pusimos rumbo de vuelta al barco, y es que todos los dos bares que hay en la isla, a excepción del que tiene el camping (demasiada gente), estaban cerrados.
Dice el Capitán Haddock que la noche fue movidita, con una rasquilla de 20 nudos, pero si les digo la verdad yo no me enteré de nada y amanecí tan ricamente. Y no se a ustedes los que naveguen, pero a mí los desayunos a bordo me saben a gloria…
Después de recoger el barco y como la mañana del domingo apareció un poco nubladilla decidimos bajar a tierra y hacer otra rutilla. Esta vez hacia el norte, la ruta hacia el Faro do Peito de 2,8 km (2 horas ida y vuelta).
Dice el Capitán Haddock que la noche fue movidita, con una rasquilla de 20 nudos, pero si les digo la verdad yo no me enteré de nada y amanecí tan ricamente. Y no se a ustedes los que naveguen, pero a mí los desayunos a bordo me saben a gloria…
Después de recoger el barco y como la mañana del domingo apareció un poco nubladilla decidimos bajar a tierra y hacer otra rutilla. Esta vez hacia el norte, la ruta hacia el Faro do Peito de 2,8 km (2 horas ida y vuelta).
Lo primero que pasamos es la playita de Figueiras, que aunque ahora parece un poco desangelada, en verano es estupenda.
Luego, y ya metidos en ruta, decidimos desviarnos primero al Alto do Príncipe (111 metros) para contemplar las vistas.
Como a la vuelta comenzó a soplar norte cada vez más fuerte, decidimos ir de vuelta para Vigo después de comer.
Además de todo esto, contarles que nos encontramos con gran cantidad de lagartos, lagartijas, conejos, cormoranes y, como no, gaviotas.
Luego, y ya metidos en ruta, decidimos desviarnos primero al Alto do Príncipe (111 metros) para contemplar las vistas.
Desde allí se ve perfectamente la Playa de Rodas, la laguna, el puentecito hacia el Camping, el Faro das Cíes en lo alto de Monte Faro y la Isla Sur al fondo.
Recuperada la ruta original llegamos al Faro do Peito o de Monteagudo.
Recuperada la ruta original llegamos al Faro do Peito o de Monteagudo.
Como a la vuelta comenzó a soplar norte cada vez más fuerte, decidimos ir de vuelta para Vigo después de comer.
Además de todo esto, contarles que nos encontramos con gran cantidad de lagartos, lagartijas, conejos, cormoranes y, como no, gaviotas.