Me ha costado un poco escribir esta entrada, y es que estaba un poco resentida con la Autoridad Portuaria de mi ciudad... pero después de un tiempo pensándolo, me he decidido a contárselo.
Era el día 20 de julio cuando después de comer pude ver desde casa que entraba un velero de tres palos por nuestra Ría. Y como siempre, me alegré mucho al verlo y al saber que atracaría en el puerto, donde después podríamos ir a verlo y visitarlo.
No obstante esta vez se me ocurrió que sería interesante poderlo ver atracar en directo, así que me cogí la cámara, a mi churumbelillo pequeño y allí nos fuimos dirección al puerto.
Por el camino pudimos verlo más de cerca navegando rumbo a Vigo, arriando las velas y preparándose para la maniobra de atraque.
La primera en la frente, muelle pesquero cerrado... no me dejaron pasar para hacer fotos desde allí... así que nos fuimos al muelle del Tinglado. Allí nos encontramos todo cerrado, aunque era comprensible pues estaban los operarios del puerto con la maniobra de atraque, y es lógico que la gente de a pie no estemos por el medio. Así que después de hacer unas fotos del atraque desde el muelle de transatlánticos volvimos al Tinglado a ver si terminaban de amarrar y nos abrían las puertas para poder acercarnos al muelle y poder ver la embarcación de cerca. Se trataba del velero Belem, de bandera francesa.
Aproveché para sacar algunas fotos desde los barrotes de la puerta, buscando los mejores planos y pensando en las que podría hacer una vez estuviera en el muelle.
Y así estuvimos una hora, a pleno sol, esperando a ver si abrían las puertas del muelle y nada...
Como el churumbel empezaba a dar síntomas de derretirse bajo el sol, nos pareció que lo más lógico era meternos en el centro comercial a tomar algo fresquito y esperar allí un ratito hasta que abrieran el muelle. Dos horas más tarde volvimos al muelle del Tinglado y nada... todo cerrado y el contenedor de escombros al lado de la pasarela del barco... para que salga en todas las fotos... ¿Se imaginan un contenedor de basura delante de la catedral de Santiago? ¿Acaso es mucho pedir que a alguien se le ocurra poner el contenedor de basura pegado a la estación marítima a escasos 20 metros del barco y evitar así estropear la imagen del velero? A ver si un día me acerco a la Autoridad Portuaria y hago la sugerencia por escrito.
Bueno, pues cansados de esperar nos volvimos a casa con la idea de volver por la mañana a ver si, por fin, ya estaba el muelle abierto. Pero cual sería nuestra desilusión cuando nos volvimos a encontrar con las puertas cerradas... Me acerqué educadamente al vigilante de seguridad de la puerta y, desplegando todo mi potencial de convicción, intenté explicarle al hombre que me dejara pasar, que no llevaba ningún arma en el bolso, que aquellos dos que me acompañaban eran mis hijos, que no suponía ningún riesgo para la tripulación del velero, y que sólo necesitaba hacer un par de fotos al Belem para un blog que tenía en internet donde divulgaba la actividad marítima de nuestra ciudad.
Nada, oigan, el hombre no me dejó pasar... que si estaba en juego su puesto de trabajo y todo eso... Me dijo que tenía que ir a la Autoridad Portuaria a pedir una autorización para poder pasar. A todo esto mis hijos no daban crédito... y es que los niños tienen aun el sentido común intacto...
Bien vale, como veía que intentar convencerlo era perder el tiempo, me fui a la Autoridad Portuaria a pedir la autorización y SORPRESA! me dicen que tengo que pedirla con anterioridad pues ese trámite lleva un tiempo... Así que me quedo con cara de tonta pensando en cómo puedo pedir con anterioridad una autorización para hacer fotos a un barco del que no se ha anunciado en ningún sitio que va a venir a nuestra ciudad ¿? ... ¿Acaso carezco del don adivinatorio necesario para este tipo de gestiones? Pero me dicen que no obstante pida la autorización y que me llamarían a lo largo del día para dármela. Por supuesto no me llamaron, y al día siguiente tuve que conformarme con verlo salir de la ría desde mi casa...
Poco hay que añadir, creo que es un buen ejemplo de la ridiculez a la que se puede llegar en una ciudad en la que por un lado la Autoridad Portuaria de Vigo intenta fomentar el acercamiento de la ciudad al puerto y por el otro no hacen más que poner barreras a los que nos acercamos.
Y volviendo al velero, les puedo contar que el Belem ha sido declarado monumento nacional en Francia, ya que fue construido en 1896 en Nantes y lleva mas de 100 años navegando. Se le considera el último velero transoceánico construido en el siglo XIX que aún se atreve a desafiar las olas.
Según Jean Pierre Boin, capitán del buque, las más de veinte velas que empujan al Belem ocupan una superficie de 1.200 metros cuadrados. Tres grandes palos -el mayor se alza 34 metros- sustentan una inmensa maraña de cabuyería a lo largo de sus 58 metros de eslora. Largo que duplica la longitud del cinematográfico Endevour de la película Master and Commander.
Como curiosidad comentarles que su interior es muy lujoso ya que el barco ha sido propiedad del duque de Westminster o Ernest Guinnes.
Para los que deseen ampliar información sobre este barco, aquí les dejo el enlace al artículo EL "BELEM". Un siglo a toda vela, que escribió hace 15 años Juan Gómez Soubrier coincidiendo con el centenario de este hermoso barco.
La noticia también apareció en La Voz de Galicia.